Como ya es costumbre, estamos en la temporada de las "vacaciones" forzosas o, mejor dicho, de los despidos masivos e injustificados, que recuerdas a la mamá de tu jefe más que nunca. Esto ocurre por tratarse de los primeros meses del año, por ser estos los menos rentables y de excesivo gasto de planilla, sin contar el pago de la declaración jurada. Es por eso que me aúno a esa lista de próximos desempleados y no hay nada mejor que repasar títulos imperdibles que nos pueden dar una pista de cómo está el mundo.
Quiero matar a mi jefe (Horrible Bosses, 2011). Dirigida por Seth Gordon, es una de esas películas que tiene todo para hacernos reír de las tonterías de tres individuos decididos a matar a sus respectivos jefes del título. Una premisa bastante conocida desde los tiempos del maestro Alfred Hitchcock (Extraños en un tren, 1951). Aquí se luce, indudablemente, el trío conformado por Jason Bateman, Charlie Day y Jason Sudeikis. La sorpresa del film es una sexy y desinhibida Jennifer Aniston, unos de los pocos papeles que se aleja de su repetitiva Rachel Green.
Jason Bateman, Charlie Day y Jason Sudeikis |
Tootsie (1982). ¿Quién no recuerda a Dorothy Michaels, icono de una cultura pontificadora de las soap operas estadounidenses? Dirigida por Sydney Pollack, narra la tragicómica historia de Michael Dorsey, un actor desempleado de difícil carácter, cansado de no conseguir un trabajo estable que le dé la oportunidad de demostrar su talento, y que sin querer forma parte del elenco de Hospital General, una telenovela de gran sintonía que lo catapulta al estrellato, sin que nadie sospeche que la enérgica Dorothy Michaels es en realidad un hombre. Por supuesto, la bella Jessica Lange se convierte en ese oscuro objeto del deseo que pone de vuelta y media al camaleónico Dustin Hoffman.
Jessica Lange y Dustin Hoffman |
The Full Monty (1997). El desempleo y la falta de oportunidades convierte a una ciudad en el norte de Inglaterra en una gris realidad para el sector masculino. Obligados por la necesidad de recuperar su dignidad perdida, unos tíos nada glamorosos deciden hacer lo impensable, formar un grupo de strippers y así demostrar que también tienen lo suyo ante un público femenino cada vez más independiente y ajeno al otrora estatus del macho inglés. Innovadora en su tiempo, retrata de manera irónica cómo es que un puñado de hombres hace de todo con tal de ganar respeto y quince minutos de fama.
Amor sin escalas (Up in the air, 2009). Realizada por el hijo del papá de los Cazafantasmas (Ghotsbusters, 1984), Jason Reitman, es el retrato de un corporativo, interpretado por George Clooney, encargado de viajar por todo Estados Unidos despidiendo gente de la manera menos traumática posible, y así pueda irse con la esperanza de recibir todos sus beneficios de ley. Pero también es la historia de este hombre que vive aislado dentro de sus comodidades, que ha hecho de su trabajo una filosofía de vida con el fin de recibir una tarjeta premium de por vida, por acumular millas de viaje. Pese a que abrió su corazón durante un viaje de redescubrimiento, la torta en la cara es lo mejor de esta película. Recomendable para obsesivos del trabajo.
Jerry Maguire (1996). Cameron Crowe sabe contar historias, y este es el ejemplo perfecto para sentirse a gusto con un argumento simple, divertido, humano y aleccionador. Un agente deportivo que lo tenía todo, hasta que la voz de la conciencia tocó su frívolo corazón y de la noche a la mañana fue removido de su puesto y de sus clientes, mas Rod Tidwell (Cuba Gooding Jr.) está ahí para mostrarle el dinero, al lado de una entusiasta Dorothy Boyle (Renée Zellweger), se abren paso en el difícil mercado de las ligas mayores del deporte. Es una película de las que ya no se ven, de aquellas de la vertiente de Frank Capra, cuyo quijotesco personaje se enfrenta solo a las adversidades y logra trinunfar. Idealismo puro e inspirador.
Robert Carlyle y Mark Addy |
Vera Farmiga, George Clooney y Anna Kendrick |
Afiche promocional, con Tom Cruise |
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